viernes, 5 de junio de 2009

Henry Peter y el cáliz de Jaime

En un lejano cometa vivían dos extraterrestres de dos cabezas, uno llamado Henry y otro llamado Jaime, era un lugar muy solitario donde vivían, no existía el oxigeno ni el aire, y había una hermosa bola de cristal que alumbraba todo el cometa llamado Cáliz.

Un día muy tranquilo los dos estaban caminando sobre unas piedras en el espacio cuando de pronto apareció una gran nave de lo lejano que tenia muchas cabezas, ellos se sintieron muy asustados pero se defendían con poderes, la nave empezó a disparar rayos láser que derretían las rocas, se sintieron perdidos pero la nave desapareció de un momento a otro y no volvió más.

Horas después los extraterrestres volvieron al cometa pero lo único malo fue que Henry Peter estaba gravemente herido y se veía muy mal, Jaime intentaba curarlo hasta que se le ocurrió una gran idea, cogió el cáliz y se lo puso en el corazón Henry Peter se iba curando lentamente hasta que se mejoró, se sintió muy orgulloso y feliz por haber conservado la vida.

Los extraterrestres no tuvieron más problemas desde ese día y vivieron muy felices hasta morir, aunque la hermosa bola de cristal quedó en el cometa.


Cuento aportado por: Jaime Torres Mejía, edad 12 años, de 7º
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